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Lo primero que llama la atención al llegar a Mykonos son los inmaculados perfiles de su puerto y principal población, Chora, donde nada desentona. Todos los edificios, que rara vez superan las dos plantas e invariablemente respetan unas formas de gran pureza geométrica, están encalados. Leer más
Lo primero que llama la atención al llegar a Mykonos son los inmaculados perfiles de su puerto y principal población, Chora, donde nada desentona. Todos los edificios, que rara vez superan las dos plantas e invariablemente respetan unas formas de gran pureza geométrica, están encalados. El color lo ofrecen las ventanas, casi todas pintadas de azul, aunque también algunas ofrecen el mismo rojo intenso que presentan las iglesias. Se dice que cuando se construyó se pretendía confundir a los muchos invasores y piratas que asolaban estas costas. Ahora, ese aparente caos urbanístico sirve para mantener al visitante permanentemente sorprendido. Son famosas también en esta isla sus 360 iglesias, así como los típicos molinos de viento. Cuenta asimismo con un museo arqueológico con obras de Rimias y Delos.
Otro aliciente más de esta isla son sus numerosas playas de arena fina. Vecina a ella se encuentra la isla de Delos, lugar de nacimiento de Apolo según la mitología griega, y de la que destacan las 55 estatuas de mármol que representan los leones.
Coche:
Si vas en grupo lo más recomendable es alquilar un coche. La isla no es muy grande, y en coche podrás recorrerla de punta a punta sin perderte detalle. Además, no suele ser muy caro.
Moto / Quads:
Si vas en pareja es una buena opción, sobretodo en verano.
Autobús:
Estación Norte: se dirigen a Agios Stefanos, Ano Mera, Kalo Livadi, Kalafatis, Elia y Tourlos.
Estación Sur: se dirigen a Agios Iannis, Plati Gialos, Paradise, Paraga, Psarou, Ornos, y al aeropuerto.
Al atardecer hay que tomarse una copa en los bares de la
Pequeña Venecia, desde donde se pueden observar cómo los rayos de sol iluminan
las olas que pegan contra las antiguas defensas. Más tarde, después de perderse
intencionadamente por sus calles, descubriendo cada noche alguna de sus
múltiples iglesias que permanecen abiertas, hay que elegir un lugar donde
cenar. Puede ser sofisticado y caro en los alrededores de Andronikou Matoyani,
o más popular y económico en las inmediaciones de la estrambótica iglesia
Paraportiani. Los bares de copas están repartidos por callejuelas que se van
descubriendo paulatinamente a medida que se penetra en el interior de la Chora.
Mykonos es un destino de fiestas, así que si buscas
diversión aquí la vas a encontrar. En sus playas se suelen organizar fiestas
memorables. ¡Se puede decir que cada día es una fiesta en esta isla!
Kombolói: collares hechos normalmente con ámbar y coral.
Amygdalota: riquísimo dulce de almendras.
Moussaka: parecido a la lasaña pero con berenjena.
Kleftiko: cordero adobado en ajo y jugo de limón.
Souvlaki: cordero y verdura asada a la parrilla sobre pinchos.
Giroscopios: carne tostada servida con salsa y guarniciones.
Baklava: pastel de miel.
La isla tiene un clima mediterráneo y suave. En otoño casi siempre sale el sol, y las temperaturas bajan gradualmente, pero ni siquiera en enero bajan mucho. Se puede ir a la playa durante mucha parte del año, y el cielo casi siempre está despejado.
Una isla preciosa, el mar mediterráneo, buen clima, pureza geométrica en sus edificios, riquísima gastronomía, playas preciosas, fiestas constantes, ambiente animado... ¿Qué más quieres?
Ubicación y precio Super buena ubicación si tienes moto o coche, fácil aparcamiento, las instalaciones muy bien y el personal muy atento. Haría falta un poco más de variedad en el desayuno pero por lo demás hemos estado muy agusto
La comida y la atención del personal del hotel. Pero todo me gustó.
Muy bien. Ni una sola queja. El hotel perfecto de limpieza, comodidad e instalaciones (piscina, etc), inmejorables las las puestas de sol desde una hamaca en la piscina con un coctel estupendo. Muy cerca de la capital de mykonos (todo esta cerca en realidad).
Muy buenas vacaciones. El hotel es muy relajante y acogedor, soluciona bien su distancia del centro de Mykonos, no obstante si se planifica estar mas de dos ó tes dias es mejos alquilar coche, scooter ó quad, asi ya lo tienes disponible al llegar al aeropuerto. La piscina de agua de mar.
Nada. Este hotel debería cerrar o al menos no aparecer en webs. Una experiencia espantosa. La ubicación, a unos 30 min. de Mykonos a pie, sin ningún autobús cercano, por carretera sin iluminar. El trato del personal, una empresa familiar, nefasto. Apenas hablan inglés, sin ningún interés por facilitarte información, todo lo que les preguntabas o pedías, parecía costarles un mundo. La habitación, un horror, los marcos de las puertas sin acabar, el mobiliario de pésima calidad, roto. El baño; sin cortina en la ducha, un desagüe que apesta por la noche. El aire acondicionado dejó de funcionar el segundo día. La limpieza, otra historia; restos de comida en el armario. No nos repusieron las toallas ni el gel y había que pedirlo todos los días. El desayuno, de 8 a 10:30, no estaba listo a la hora establecida, el último día nos fuimos sin poder desayunar y ya eran las 8:30... todavía estaban preparando el salón. El jacuzzi, fuera de servicio, en la zona de la piscina el viento tiró varios ceniceros y ahí se quedaron los trozos, sin recoger, con el riesgo de cortarte. Por favor, evitar este hotel a toda costa y por favor no lo promocionen en las webs, no lo vale.
Hermoso todo Un lugar increible e impecable la calidez de la atencion. Excelente la decoracion y una vista soñada. Super recomendable!!!!
Ubicacion Esta muy centrico y es una pasada que se encuentre entre las maravillosas callejuelas de Mykonos.
Lugar unico Ubicación inmejorable siempre que hayas alquilado auto, la mejor playa, el hotel un sueño, la habitación excelente, la bañera con hidromasaje una pasada. Gracias Petinos
Acogedor. Un ambiente tranquilo, una recepción amabilísima, muy bonito y muy cuidado. Las habitaciones tienen espacio suficiente y todo está a punto (lamentablemente no es la tónica general en Grecia). Si llegáis en barco, no dudéis en coger el autobús de línea hacia el centro y pedid al conductor que os pare en el mismo hotel (pasa por delante). Se puede llegar paseando desde el hotel hasta el centro de Mykonos (unos diez minutos) aunque nosotros alquilamos un coche (para recorrer toda la isla). El ambiente y la amabilidad del personal.
Muy New Age. Perfecto para descansar y relajarse. Se puede ir andando al pueblo, pero suficientemente aislado para no resultar molesto. El bus del ferry te deja en la misma puerta. El servicio es muy atento y amable. Habitación y terraza muy bonitos, baño demasiado cutre para el standard del hotel. Desayuno buffet completo y variado. Piscina, jardín e instalaciones comunes muy cuidadas. Es un poco rollo que sólo haya wi-fi en el edificio común y no en las habitaciones. Totalmente recomendable. El estilo del hotel, que invita a relajarse.
MYKONOS
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